13 abr 2011

Desatres Naturales



En este documento se presenta una clasificación de los diferentes tipos de desastres naturales según su origen, se describen sus efectos y se hace un breve análisis sobre como la actividad del hombre ha influenciado la frecuencia e intensidad de estos fenómenos.

Un desastre natural se puede definir como: “fenómeno de la naturaleza que sucede impredeciblemente”. Esto quiere decir que sucede espontáneamente y no se pueden predecir, aunque en ciertas ocasiones lo podemos registrar o monitorear, como en el caso de los huracanes por ejemplo.

Podemos clasificar los desastres naturales según su origen en meteorológicos, hidrológicos, geofísicos y biológicos. Estos han existido desde el origen de la tierra como pueden evidenciarse en los registros fósiles, y la humanidad ha conservado la memoria histórica de aquellos que han generado las mayores devastaciones en la población humana.

Los desastres hidrológicos son aquellos que se originan en los mares y océanos y que involucran la acción del agua. Los ejemplos más claros son los Tsunamis, las inundaciones y las oleadas tempestuosas.

Los desastres meteorológicos son los que están relacionados con el clima, como por ejemplo los tifones, frentes fríos y cálidos, los fenómenos del Niño y la Nina, tornados, tormentas tropicales, huracanes, nevadas, granizadas, incendios forestales, sequias e inundaciones por lluvias y las tormentas solares. Algunos de estos pueden de alguna forma predecirse con cierta anticipación (horas) gracias a las modernas tecnologías que describen y definen el comportamiento del clima y analizan la posibilidad de que lleguen a afectar un lugar determinado.

Para determinar impactos por estos desastres no hay más que revisar las cifras a la fecha del último Tsunami ocurrido el pasado 11 de marzo en Japón: 600 mil personas evacuadas, mas de 9.500 muertes, 16 mil desaparecidos, 4 plantas nucleares declaradas en estado de emergencia por contaminación radioactiva y más de 100.000 millones de dólares en pérdidas materiales. Vale aclarar que un Tsunami es un fenómeno de origen geofísico (maremoto); sin embargo se considera hidrológico por la acción del agua.

Aquellos desastres que se originan y desarrollan en las entrañas de la tierra y que pueden aflorar a la superficie son los denominados desastres geofísicos. Dentro de este grupo encontramos: avalanchas, derrumbes, terremotos, erupciones volcánicas y hundimientos, principalmente. Estos desastres son difíciles de predecir por no decir imposible, a pesar de los instrumentos desarrollados para estos fines. Muchos desastres geofísicos han ocurrido impredeciblemente a pesar que han estado monitoreando permanentemente, como fue el caso de Armero, Tolima-Colombia, en 1985 por poner un ejemplo nacional. Este se originó por una amenaza de erupción volcánica que causó un deshielo del Nevado del Ruiz generando la devastadora avalancha que cobró la vida de más de 25 mil personas.

Por último, los desastres provocados por alguna circunstancia especial dentro del reino animal y que de algún modo afectan el ambiente y a la humanidad, son los denominados desastres naturales biológicos. Dentro de estos podemos mencionar las pestes, epidemias, infecciones como la fiebre porcina o la gripa aviar. Las mareas rojas son unos de los más importantes y devastadores desastres biológicos ocurridos en los mares y océanos; son provocados por un crecimiento desmesurado de algas rojas tóxicas del grupo de las Dinoflageladas. Estas mareas han causado pérdidas millonarias en cultivos comerciales de camarones y langostas de las costas de Perú y Ecuador sin saber exactamente donde se originan ni cuando se presentan.

Los desastres naturales provocan muerte y destrucción, y acaban con vidas, no solamente humanas sino también con la de miles o millones de animales y plantas; pérdidas que normalmente no se registran en las estadísticas como si olvidáramos que todos los seres de la naturaleza (no solo los humanos) tienen un propósito y cumplen con una función dada por el Creador.

Es importante aclarar que un fenómeno se convierte en desastre cuando excede los límites normales de tolerancia de la Naturaleza, por lo que muchos no llegan a ser ni devastadores ni desastrosos, por ejemplo, diariamente ocurren tormentas y temblores que no causan daños y que hacen parte de la dinámica propia del planeta.

Desafortunadamente el hombre mismo puede contribuir a aumentar el impacto de los desastres naturales cuando: construye asentamientos en zonas no propicias para ello, como por ejemplo en el caso del desbordamiento del Río de Oro, Girón, Santander-Colombia, en el año 2005 que arrasó con barrios del municipio de Girón; se sobreexplota los recursos, como la tala indiscriminada de bosques que fomenta la erosión; se emite una contaminación incontrolada, que conduce al actual cambio climático, entre otros.

En los últimos años, se ha observado un incremento en frecuencia y magnitud de los desastres naturales y no naturales que responden a actividades humanas: el aumento de huracanes año a año, grandes terremotos, dos tsunamis devastadores en menos de 5 años, erupciones volcánicas, inundaciones en algunos sitios y sequías en otros, amenazas de guerra, hambrunas, incremento de pestes con riesgos de pandemias a nivel mundial… esto nos debe llevar a la pregunta de si se trata de las señales de las que Jesús nos advirtió que debíamos estar atentos como de aquellas que anuncian los últimos tiempos…

3 comentarios:

  1. Ricardo,

    He estado ausente un tiempo bastante largo ya, me encantó ver lo nuevo que ha subido a su portal, felicitaciones.

    Un saludo,

    Pablo A.

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  2. Gracias Pablo A., este año estare mas juicioso, la idea es publicar algo una vez al mes.... proximo artículo: "La Huella Ecologica"... no deje de visitarnos...

    Saludos,

    Ricardo.

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  3. es momento de poner de nuestra parte para cuidar lo que queda de tierra ya que nos la estamos cabando

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Agradezco comentarios constructivos y escritos en un lenguaje respetuoso.