26 may 2010

COLOMBIA BIODIVERSA




Una definición sencilla puede ser como la riqueza de especies de un área determinada. Otra definición más completa es el total de información genética contenida en los genes de todos los seres vivientes.

Los científicos han descrito y clasificado cerca de 1,5 millones de especies de microorganismos, plantas y animales. En el mundo se estima que el total de especies puede estar oscilando entre 5 y 30 millones.

La diversidad de la mayoría de los grupos animales y vegetales aumenta a medida que nos aproximamos a las latitudes tropicales y, al interior de la franja intertropical, la diversidad aumenta en relación con la proximidad al Ecuador.

En todo el mundo, solo cerca de una docena de países poseen una megadiversidad, diez de estos se encuentran en América Latina. En conjunto, estas naciones tropicales albergan en sus selvas y regiones montañosas cerca del 70% de las especies de fauna y flora del planeta. Muchas de estas especies son endémicas, es decir que solo existen en determinados lugares geográficos.

Colombia está considerada, en términos biológicos, como uno de los países más ricos del planeta. Su alta concentración de especies y endenismo es superado sólo por Brasil, un país siete veces su tamaño. La variedad de ecosistemas en el territorio colombiano comprende desde desiertos, praderas y humedales hasta páramos, laderas andinas y selvas tropicales. Esta variedad incrementa aún más la riqueza biológica, la cual se estima en el 10% del total de las especies del planeta.

Colombia se cataloga como el primero en el mundo en especies de aves (1.754 especies), el segundo en angiospermas (45.000 de especies de plantas en total), el tercero en anfibios (407 especies). A nivel Neotropical, es el tercero en primates(40 especies), reptiles (383 especies) y mariposas (3.019 especies) y el cuarto en mamíferos (359 especies). De todas estas especies, se calcula que unas 6 mil están en vías de extinción.

Se estima que por la quema y destrucción del bosque tropical y por las diferentes vías de presión sobre los recursos naturales, tales como la caza, la pesca, los usos comerciales, la contaminación, entre otras, desaparecen 100 especies por año.

La capacidad de un ecosistema para retornar, al menos temporalmente a la estabilidad, luego de una perturbación natural del ambiente, depende de una compleja colaboración entre las partes que lo constituyen, desde microorganismos hasta los mayores depredadores y los más grandes herbívoros. La eliminación de algunos componentes no afectará inmediatamente el sistema, siempre y cuando no se elimine una de las especies fundamentales. Es posible eliminar un buen número de especies de un ecosistema sin que se observe un cambio considerable en su operación por algún tiempo. En este proceso, sin embargo, la capacidad para resistir presiones intrínsecas o extrínsecas disminuirá gradualmente. Cuando en algún momento el ecosistema esté sujeto a mayores cambios, se derrumbará y cambiará de estado.

Los sistemas ecológicos ricos en biodiversidad han sido utilizados tradicionalmente de múltiples maneras, en cultivos, cacería y recolección. El manejo sustentable de estos sistemas puede mantener e incluso aumentar el ingreso de las comunidades involucradas; pero la razón fundamental de la pérdida de la biodiversidad es la extracción de los recursos en los países en desarrollo para venderlos al mundo industrializado. Por ejemplo, la tala de bosques para madera y pulpa de papel rara vez es seguida de siembra de árboles nativos, sin considerar la pérdida de otros organismos que viven asociados a estos bosques. Solo en contados casos se realizan monocultivos de especies exóticas de alto rendimiento maderable y poca o nula importancia ecológica.

Uno de los valores más significativos de la biodiversidad está en el papel que desempeña en el sostenimiento de algunos de los servicios ecológicos básicos de los cuales depende la humanidad, como la conservación de la composición química de la atmósfera, el mejoramiento del clima, la permanencia de los ciclos biogeoquímicos e hidrológicos, que incluye el control de inundaciones y el abastecimiento de agua, el reciclaje de nutrientes y la asimilación de desechos, la generación de suelos y la polinización de cultivos.

Todos los ecosistemas dependen de un mínimo de diversidad de especies con el fin de cumplir con los procesos de interacción con el medio para el normal sostenimiento de sus especies. Es por esto que la conservación y utilización racional de la biodiversidad es una preocupación a nivel mundial, en este sentido se han emitido acuerdos y normas en busca del conocimiento de las especies existentes, para un desarrollo sostenible y la preservación de los ecosistemas que mantienen esta gran diversidad.

Colombia cuenta en la actualidad con cerca de 11 millones de hectáreas de áreas de reserva entre Parques Nacionales, Santuario de Fauna y Flora, Área Natural Única y Reservas Nacionales. El gobierno ha formulado el replanteamiento del manejo de las áreas de reserva y por ende la protección de la biodiversidad con básicamente tres frentes: La consagración de 43 principios de protección ambiental en Constitución Nacional, con la aprobación del Plan de Política Ambiental Nacional, el Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander von Humboldt”.

La conservación de la biodiversidad significa entonces mantener las opciones para los avances tecnológicos del futuro, preservación y manejo sostenible de los ecosistemas, investigación y capacitación en los recursos para el conocimiento de nuestras especies y la concientización de la importancia de nuestra riqueza biológica a partir de la educación escolar.

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