10 oct 2009

Que nuestro alimento sea nuestra medicina.


Una buena nutrición no sólo depende de la cantidad de alimentos que se consumen sino también de la calidad: Muchas personas han comprobado que determinadas combinaciones ayudan a adelgazar y mantener el peso ideal.

Quizás usted ha escuchado que la gordura, los problemas del intestino y las deficiencias nutricionales se derivan de una mala alimentación. Esto es cierto, pero es preciso entender que una mala alimentación no es otra cosa que la mala combinación de los alimentos en las comidas.

Las enzimas que descomponen los alimentos a lo largo de su trayectoria por el tracto digestivo tienen diferentes blancos de ataque, así algunas se ocupan de los carbohidratos, de los almidones o de las proteínas. Muchas veces, una empieza el trabajo que otra termina después, pero una mezcla inadecuada de alimentos dificulta de manera determinante la acción de las enzimas, lo que provoca las deficiencias nutricionales, el aumento de peso y los desórdenes intestinales.

El cuerpo humano tiene distribuidos sus horarios para almacenar, incorporar alimentos y eliminar desechos. Es por esto que es muy importante considerar la cronobiología y basar las dietas en el ritmo biológico del organismo para consumir determinados alimentos según la hora del día y favorecer su asimilación.

Desde las 4:00 a.m. hasta las 12:00 m., se eliminan toxinas; conviene consumir sólo frutas, cuyas enzimas actúan como detergentes naturales y favorecen la desintoxicación. En el lapso entre las 12:00 m. y las 8:00 p.m., es el mejor horario para ingerir los alimentos, las enzimas de las verduras crudas ayudan a la digestión de los demás nutrientes, por eso conviene tomar siempre una ensalada de aperitivo. De las 8:00 p.m. a las 4:00 a.m., se asimilan los alimentos y no es conveniente comer.

Los alimentos se pueden clasificar de acuerdo con sus componentes mayoritarios y así se puede definir la mejor forma de combinarlos.

Las verduras, las proteínas y los almidones tienen características especiales que hay que considerar en el momento de consumirlos. Se pueden identificar así: Las verduras, son las que se cultivan en tierra; distinto a las nueces, que son las frutas secas como avellanas y almendras.

Las proteínas son los más complejos, los que requieren una mayor cantidad de tiempo y energía para ser digeridas y metabolizadas por el organismo. En una dieta naturista sólo se pueden incluir los lácteos, huevos y soya. Sin embargo, quienes no quieren o no pueden evitar las carnes, deben considerar en este grupo todas las carnes, sean rojas o blancas.

Los almidones incluyen los cereales y sus derivados (pan, pastas, galletas) las hortalizas de raíz (zanahoria, remolacha, papa, yuca) y, también las legumbres (arvejas, lentejas, garbanzos). Frutas dulces, como banano o uvas que son consideradas azúcares del mismo modo en que lo son la miel y el azúcar propiamente dicho. No obstante, el azúcar de las frutas es el menos complejo de todos, y es el que toma menos tiempo y energía en su asimilación y aprovechamiento orgánico.

Dentro de la clasificación de frutas semiácidas, se encuentran las peras, manzanas, ciruelas, duraznos y cerezas. Otras, las frutas ácidas, son: los cítricos, el tomate de árbol, la manzana ácida, el melón y la sandía.

Las grasas, vegetales o animales, comprenden el aceite, manteca, crema de leche, quesos grasos, entre otros.

El proceso digestivo que transforma las proteínas, carbohidratos y frutas es totalmente diferente dentro de nuestro cuerpo. Todos estos alimentos requieren diferentes tiempos para ser digeridos correctamente, por lo que no pueden mezclarse indiscriminadamente sino que hay leyes que se deben respetar.

Mezclas permitidas y prohibidas.

En la dieta naturista, se deben combinar las sustancias químicas correctas para evitar un desequilibrio: los alimentos y las enzimas digestivas apropiadas permiten bajar de peso de manera paulatina, constante, sin grandes esfuerzos y con sensación de bienestar. Así mismo, con esta dieta suelen regularse problemas como el estreñimiento, fermentación intestinal y dispepsias.

Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para lograr los mejores efectos de una combinación adecuada de los alimentos:

1.- Los ácidos y los almidones deben consumirse en comidas separadas, porque los ácidos destruyen la ptialina, enzima de la saliva que inicia la digestión del almidón.

2.- Las proteínas y los almidones deben tomarse en comidas separadas, porque las primeras necesitan mucha acidez para ser digeridas.

3.- Para hacer más eficiente la acción de los jugos gástricos no debe consumir más de una proteína por comida. Evite preparaciones como la tradicional “changua” que consiste en una mezcla de leche con huevo.

4.- Los ácidos y las proteínas se deben ingerir en comidas separadas porque las frutas ácidas detienen la acción del jugo gástrico.

5.- Las grasas y las proteínas deben tomarse en comidas separadas, porque las grasas reducen la secreción de pepsina, necesaria para las proteínas. Una manera de contrarrestar esta reducción consiste en agregar abundantes vegetales crudos a las comidas.

6.- Los azúcares y las proteínas deben ingerirse en comidas separadas porque los dulces se fermentan rápido en el estómago al quedar detenidos por las proteínas que son de digestión lenta (requieren cuatro horas). Si la proteína se consume al tiempo con un azúcar, la proteína se pudre y el azúcar se fermenta dando como resultado la acumulación molesta de gases en el tubo digestivo, afección conocida como flatulencia, que puede convertirse en una enfermedad crónica.

7.- Los almidones y los azúcares también deben consumirse en comidas separadas, porque si el almidón está envuelto en azúcar las glándulas salivares segregan menos ptialina. Por esta razón, la pastelería queda fuera de consumo.

8.- Tenga cuidado con los lácteos. La leche y sus derivados forman mucho moco intestinal que dificultan su digestión. Los lácteos deben ingerirse solos. Si decide consumirlos, incorpore a la dieta una buena cantidad de ensalada verde. Y, en general, prefiera la leche descremada, que es inofensiva para el organismo.

9.- Los melones y las patillas (sandías) se toman sólo con frutas ácidas. Las frutas dulces se consumen después de haber ingerido las ácidas.

10.- Nunca ingiera las frutas con otros alimentos. Las frutas se comen solas, sólo así, tienen el efecto de lavar y limpiar todo el sistema digestivo, haciendo más fácil la absorción de los alimentos nutritivos. No las mezcle con hortalizas, legumbres, panes u otros alimentos.

11.- El mejor momento para ingerir las frutas es a la hora del desayuno. Consúmalas preferiblemente en forma de jugos o crudas.

12.- Las verduras combinan bien con casi todo, pero no se deben consumir simultáneamente con frutas secas o leche.

13.- Nunca coma espinaca cocinada. La espinaca contiene ácido oxálico, cuya propiedad es estimular la acción del sistema digestivo. Cuando se cocina la espinaca, el ácido oxálico forma cristales que luego son responsables de la formación de los cálculos renales. Además, cocinada, la espinaca pierde sus propiedades digestivas o peristálticas.

14.- Jamás cocine los tomates, de lo contrario habrá predisposición para la formación de úlceras. Si no tiene más opción, debe igualmente comer una buena cantidad de legumbres frescas, crudas, en forma de ensalada, para atenuar los efectos dañinos del ácido del tomate cocido.

15.- Las proteínas deben acompañarse con verduras frescas o al vapor, y en menor medida con frutas secas dulces.

16.- Cualquier plato a base de carbohidratos, proteínas o grasas, debe complementarse con una ensalada de verduras frescas y crudas. Es decir, si usted ingiere un plato de arroz con frijoles, debe acompañar este plato con una ensalada de verduras crudas (brócoli, lechuga, berros, pepinos, apio) o con verduras al vapor.

17.- Procure no tomar líquidos entre comidas. Cuando siente hambre, el estómago segrega los jugos gástricos que se preparan a recibir los alimentos. Si bebe agua, o cualquier otro líquido, estos jugos se diluyen considerablemente, atenuando su acción sobre los alimentos que va a incorporar a su organismo. De esta manera estará forzando a su sistema digestivo a segregar más jugos para hacer la digestión lo cual requiere la utilización de más energía acumulada y es evidente que mientras más energía utilice de manera innecesaria, más se debilitará su organismo.

Tenga presente que al combinar inadecuadamente los alimentos, también está propiciando un aumento de peso, porque tendrá que concentrar su energía en desdoblar y metabolizar los alimentos que ha incorporado a su sistema digestivo, y por tanto, la cantidad de energía que queda en el organismo para reducir los alimentos es mínima, de esta forma, se vuelve más difícil la eliminación de los excesos...resultado: se formarán depósitos de grasa.

Los últimos desarrollos en materia de la nutrición han definido "las diez reglas de la nutrición":

1.- Ingiera en lo posible alimentos naturales, enteros, sin refinar y no adulterados.

2.- Coma algunos alimentos crudos; si requieren de cocción, cocínelos lo menos posible. Las verduras, por ejemplo, NO SE DEBEN HERVIR. Basta con lavarlas muy bien, tajarlas y sumergirlas durante 5 ó 10 minutos en un recipiente con agua recién hervida, así conservarán las enzimas y nutrientes.

3.- Consuma alimentos con el menor contenido químico posible. Evite los enlatados y los productos de salsamentaria.

4.- Elija una dieta balanceada, que contenga carbohidratos, proteínas y vitaminas. Las proteínas provenientes de granos, vegetales, huevos y leche, son tan valiosas como las de la carne, cuando son combinadas correctamente.

5.- No tome "megadosis" de vitaminas o minerales, a menos que sean indicadas médicamente.

6.- Beba abundante agua, de 6 a 8 vasos diarios.

7.- Coma la menor cantidad de grasas posible. Prefiera las grasas poliinsaturadas, de aceite vegetal 100%.

8.- Permanezca relajado durante y después de las comidas.

9.- No sea demasiado rígido, cualquiera que sea su dieta de vez en cuando permítase un gusto.

10.- No coma en exceso. Consuma las porciones adecuadas para no sentirse demasiado lleno o con pesadez.

Con estas diez reglas básicas, fáciles de cumplir y mucha paciencia, seguro que empezará a sentirse mejor y evitará muchísimas enfermedades.

Imagen tomada de: www.alimentacion-sana.com.ar

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