25 ago 2009

Alimentos Adictivos ?


Nada es lo que parece. Una simple tajada de pan no es solo agua, harina y levadura: Entre sus ingredientes también puede encontrarse colorantes, aromatizantes, gasificantes químicos.... ¿Estamos ante un fraude?

No se ha legislado el uso de ciertas sustancias químicas en la elaboración de los alimentos para mejorar su aspecto o prolongar su conservación, y se permite su inclusión siempre y cuando estas aparezcan detalladas en la etiqueta.

Algunos productos como el pan, por ejemplo, salvo que se compre empacado en un supermercado, no es habitual que este etiquetado, o en algunos casos que a pesar de estar etiquetados, no aparecen los componentes o colocan los códigos numéricos de algunos de ellos (mas común en los colorantes) sin que el comprador sepa que esta consumiendo en realidad.

Para salir de dudas y aclarar en cierta medida tanta confusión, a continuación se presentan las sustancias más comunes y ver qué tienen de ventajoso y qué de perjudicial.

Aditivos:

Son sustancias que ni son alimentos en sí mismas, ni poseen valor nutritivo, pero que se agregan a las bebidas y alimentos para modificar sus características, corregir su aspecto o prolongar su conservación. En teoría esta muy bien, sin embargo, se desconocen los efectos a largo plazo de muchos de estos productos.

Los aditivos alimentarios pueden tener un origen químico o natural; en términos generales los de origen natural son más inocuos que los obtenidos por síntesis química. Pero en la etiquetas no se especifica ni la categoría, ni la sigla, ni mucho menos el nombre científico, por ejemplo: "Colorantes: E 140 (clorofila)".

Colorantes:

Desde el punto de vista alimentario, los colorantes sirven para mejorar el aspecto pero son completamente inútiles y muchos incluso perjudiciales:

No perjudiciales:

• Curcumina: Amarillo de origen natural que forma parte del curry. Se encuentra en la mantequilla, queso, mostazas, leches y algunos productos de pastelería.
• Rojo de remolacha: También llamado Batanina, es un colorante rojo natural a base de extractos vegetales. Se emplea sobre todo en pastelería.
• Caroteniodes: Anaranjados, de origen vegetal. El cuerpo humano los puede metabolizarlos en vitamina A.
• Clorofila: Verde que se obtiene de extractos de plantas, aunque también se puede sintetizar mediante procesos químicos. Se encuentra en mostazas y caramelos.
• Lactoflavina: Amarillo de origen natural que se encuentra en el huevo, la leche y el hígado. Es la vitamina B2 que también se puede obtener a partir de síntesis química. Se utiliza para postres instantáneos y pastelería.
• Indogotina: Azulado artificial que se encuentra en sopas, tés, galletas y productos de pastelería.

Tóxicos y peligrosos:

• Cochinilla: Rojo carmín que se obtiene de este insecto o por medios químicos. Es peligroso sobre todo para los niños ya que se ha observado retraso en el crecimiento. Se encuentra en las bebidas y jugos.
• Crisoína: Amarillo artificial: esta prohibido en los países industrializados desde 1978. Es muy peligroso, sobre todo para niños. Se encuentra en productos de pastelería y helados.
• Amarillo de quinoleína: Si no es tóxico al menos sí es sospechoso. Muy utilizado en productos de pastelería y helados.
• Amarillo ocaso: fuerte alérgeno.
• Amaranto: Colorante prohibido en U.S.A. y Rusia porque provoca alergias y presenta potencialidades cancerígena. Se encuentra en productos de pastelería y confitería.
• Caramelo: Contiene amoniaco. De toxicidad dudosa.

Conservantes:

Retardan o evitan el desarrollo de mohos y bacterias en los alimentos. Gracias a ellos se han disminuido el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

No perjudiciales:

• Ácido sórbico: Conservante natural perfectamente sintetizable por el organismo humano. Se emplea para los productos de leche fermentada.
• Ácido acético: Acidificante de origen natural. Se emplea en la elaboración en vinagres, especias, encurtidos y panes.
• Acetato potásico: muy similar al ácido acético y se usa para los mismos productos.
• Ácido láctico: Es un acidulante natural. Se emplea más que todo en bebidas y yogures.
• Ácido popinoico: Se utiliza en la elaboración del pan industrial.
• Dióxido de carbono: Presente en todas las bebidas gaseosas pero no presenta toxicidad alguna.

No recomendables:

• Ácido benzoico y otros compuestos en los que aparezca la raíz "benz": Pueden presentar problemas toxicológicos y alérgicos ya que se trata de sustancias ajenas al organismo humano. Se encuentran en las conservas de marisco, principalmente en el caviar.
• Dióxido de azufre y otros compuestos de azufre y calcio: Estos compuestos pueden provocar irritaciones en el tubo digestivo y además inactivan la Vitamina B1. Se utilizan sobre todo en cervezas, vinos y jugos de frutas.
• Ácido bórico: Es un conservante antiséptico que según la OMS no se puede utilizar como aditivo alimenticio, ya que los iones bóricos se oponen a la síntesis de la glutamina en el cerebro. Se encuentran en las conservas de pescado y el caviar. Está prohibido en la Unión Europea.
• Nitratos y Nitritos: Se los acusa de destruir glóbulos rojos y ser potenciadores del cáncer. Se encuentran en los embutidos.

Antioxidantes:

Protegen las grasas de su contacto con el oxígeno del aire, evitando que los alimentos se oscurezcan y enrancien. En realidad son una clase de conservantes.

Se pueden consumir:

• Ácido ascórbico, vitamina C y sus derivados: antioxidantes de origen químico. Suelen utilizarse en conservas, salsas, gelatinas y bebidas.
• Tocoferoles de síntesis. Sustancias sintéticas que se utilizan más que todo en productos dietéticos.
• Lecitinas naturales: Se extraen de la clara del huevo o de la soja y se emplean como emulsionantes. Aparecen en los chocolates, leches en polvo y margarinas.
• Ácido cítrico: De origen químico. Se utiliza en gaseosas, vinos, frescos en polvo y quesos.

No recomendables:

• BHA: De origen químico. Puede provocar fácilmente hipersensibilidades y alergias. Se encuentra en productos grasos y purés.
• BHT: De origen químico. Según la OMS produce retrasos en el crecimiento y aumenta el colesterol. Se utiliza en grasas, purés de papa y aceites.

Otros aditivos:

Aparecen bajo el nombre de emulsionantes, gelificantes o espesantes. Sirven para mantener unidos los distintos componentes de un alimento cuando tienden a separarse con el paso del tiempo. Solo una minoría son tóxicos, conviene evitar los difosfatos sódicos y potásicos, pueden provocar trastornos en los niños y en el funcionamiento de las enzimas.

Existen otros aditivos como los acidulantes, los edulcorantes y los potenciadores de sabor que se emplean para variar o reforzar el gusto de los alimentos. Entre ellos se encuentra el glutamato sódico, del que la OMS autoriza una mínima cantidad, ya que resulta peligroso en los niños sobre todo en las etapas de crecimiento.

Toxicidad:

A pesar de lo que se habla y se escribe, no todos los alimentos que contienen aditivos son perjudiciales. Hay que tener en cuenta dos factores: la toxicidad de la sustancia y la dosis. Los expertos dicen: "no hay ningún aditivo que sea totalmente inocuo, debemos pues considerar su empleo como un ligero riesgo calculado que hay que reducir lo más posible mientras se pueda, y hay que sopesar las desventajas que presenta."

En cualquier caso, cuanto más natural sea el producto, menor el riesgo para la salud.

Fuente: Revista Ser Humano, Vol. 3 Nº 4.

Imagen tomada de: www.pasqualinonet.com.ar/los_aditivos.htm

1 comentario:

  1. Vaya, auqnue sabia que las comidas del super eran malas no sabia que tanto. haré una lista y la pondré en el refri.

    Un saludo

    Pablo Arturo

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Agradezco comentarios constructivos y escritos en un lenguaje respetuoso.