14 jul 2009

Vidas sencillas

Un trabajo más satisfactorio, más tiempo libre, mayor contacto con la naturaleza. Las experiencias de un buen número de personas demuestran que es posible dejar atrás el ritmo acelerado de la vida actual y buscar alternativas que llenen nuestra existencia.

Cuantas veces hemos escuchado a alguien decir: "tengo tanto trabajo que ya no tengo tiempo ni de ver a mis hijos". Este ejemplo, bastante común, es la paradoja de la sociedad actual. Nos pasamos la mayor parte de las horas del día trabajando para ganar dinero y alcanzar un poder adquisitivo que nos permita "vivir bien"; pero lo que socialmente se entiende por "vivir bien" nos obliga a gastar continuamente y a ganar más dinero para poder mantener ese ritmo de vida. Entramos en una espiral que nos convierte en esclavos del trabajo y del consumismo.

En realidad, nuestras necesidades como seres humanos tienen poco que ver con la posesión de cosas: querer y ser querido, saberse respetado, sentirse libre y dueño de lo que uno hace, divertirse, poder ejercer la creatividad y la imaginación, disfrutar del tiempo libre, la familia y las relaciones sociales, desempeñar un trabajo que nos motive y nos haga sentir útiles. Por eso son cada vez más las personas que, a pesar de tener un buen nivel de ingresos, se sienten insatisfechas y deciden optar por un tipo de vida más sencilla -con menos gastos y necesidades materiales- que les aporte una satisfacción personal que no se obtiene comprando cosas.

¿Qué se puede hacer para conseguirlo? Como primera medida, analizar cuales son nuestros gastos y tratar de reducirlos, para depender menos del dinero, y, por tanto, trabajar menos y disponer de más tiempo libre para uno mismo y para los demás. También es importante plantearse cuáles son nuestros valores y expectativas en la vida, es decir, qué es lo que realmente nos importa o necesitamos para ser felices. Es posible que sea un trabajo sencillo, pero más creativo o gratificante, una casa más pequeña que nos dé menos trabajo y genere menos gastos, vivir en un lugar más tranquilo próximo a la naturaleza, tener más tiempo libre para estar con los amigos y cultivar nuestras aficiones o, simplemente, llevar un tipo de vida más acorde con nuestros principios o intereses. Se trata, de algún modo, de ser más autosuficientes y recuperar las riendas de la propia vida.

Para que nuestra vida sea más satisfactoria no siempre es necesario mudarse a otro lugar o cambiar de trabajo. Muchas veces basta con modificar algunos hábitos y aprender a disfrutar del tiempo libre. A continuación se presentan algunos consejos que pueden ser de utilidad:

1.- Trabaja menos y disfruta más. No hemos venido al mundo sólo a trabajar sino también a disfrutar de la vida. Apunta en la lista qué es la que realmente te gusta y busca tiempo para ello. No te dedique únicamente a hacer lo mismo todos los días por más de ocho horas.
2.- Aviva tu contacto con la Naturaleza. Aprenderás a disfrutar de las cosas más simples, pero más bellas. Es una buena manera de simplificar también tu vida interior.
3.- Vive según tus posibilidades. No te plantees un nivel de vida superior al que realmente te puedes permitir (evita en lo posible las compras a plazos, los créditos y las hipotecas), que te obligan a depender del dinero para cubrir gastos.
4.- Simplifica tus hábitos dietéticos y culinarios. Compra alimentos sanos y naturales, que sean sencillos de preparar y no te den trabajo.
5.- Cultiva alimentos para el autoconsumo. Si vives en el campo, ocúpate de un huerto. En la cuidad, si tienes la suerte de tener jardín puedes cultivar algunos alimentos (tomates, hierbas aromáticas, etc.).
6.- Trabaja lo más cerca posible de donde vives o vive lo más cerca posible de donde trabajas.
7.- Sencillamente di no. No hagas cosas sólo porque te sientes forzado a hacerlas (asistir a compromisos, contestar llamadas telefónicas o ver noticias y leer la prensa a diario para estar "al día").
8.- Compra artículos duraderos y reparables. La mejor forma de ecología es la que se adelanta al reciclado. Compra artículos sin grandes embalajes, de gran duración, preferentemente con piezas que tengan recambio. Es la mejor forma de no producir residuos y también la manera de velar por la salud de tu bolsillo. Sobra decir que recicla lo que generes.
9.- Analiza tus gastos mensuales y trata de reducirlos. Clasifícalos por categorías y plantéate qué es realmente imprescindible y qué no.
10.- Sé tu mismo y confía en tu intuición. No finjas ser lo que no eres. Hacerlo te obliga a asumir unos roles que no van contigo y complican tu vida.
11.- Preocúpate de tu bienestar. Cultiva tus aficiones, tus amistades, tus propios rituales (cosas sencillas que te hacen sentir bien a diario).
12.- Escribe un diario. Te ayudará a dirigir con mayor claridad la evolución de tu nueva vida.

2 comentarios:

  1. Gracias por su escrito, me ha resultado gratificante y esperanzador. Estaré al tanto de sus proximas publicaciones.

    Un saludo,

    Pablo Arturo.

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  2. En este tiempo en que la vida nos va llevando tan aprisa, es bueno detenerse un momento y leer algo donde se nos recuerda que lo más valioso es aquello que no tiene precio.
    Felicitaciones
    Janeth

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Agradezco comentarios constructivos y escritos en un lenguaje respetuoso.